miércoles, enero 20, 2010

Navidades locales en Java. Plan B.

Con tanto ir y venir, se me están amontonando las historias que contar, y los detalles, tan frescos en la memoria nada más regresar del viaje, se empiezan a desdibujar... Antes de que el tiempo los borre definitivamente, ahí va el relato de las inolvidables navidades de este año.
Cuando eres expatriado en un país como Indonesia, el sentimiento de melancolía navideña se tolera mucho mejor. No hay nada en las calles que anuncie la navidad (quizás algún cartel aquí y allá, que por cosas del idioma no te impacta en absoluto). El espíritu navideño, que para mí viene acompañadop de frio, bufandas y abrigos, desaparece por completo a unos constantes 27º centígrados con un 80% de humedad...
Realmente no notas nada diferente en tu rutina hasta que tus amistades comienzan a desaparecer de la ciudad, atendiendo a la llamada de sus familias. Es entonces cuando la soledad se apodera de tus pensamientos y lo único que encuentras para mitigarla es iniciar los preparativos de un nuevo viaje por el trópico!
En ese estado estábamos mi amigo Pablo (de rodriguez absoluto tras la partida de Dulci) y yo, a unos pocos días de la Nochebuena:
- Uno de mi curro me ha comentado que hay unas islas espectaculares  a unos kilómetros de la costa norte de Java... Creo que es una odisea llegar a ellas, pero justo por eso son tan bonitas - dice Pablo.
- ¿Tienes algún plan para los días 24 y 25? Creo que en Jakarta no se queda ni Perry... - digo sin dejar de mirar la televisión.
- ¿Y si nos vamos a la aventura y a ver si llegamos a las islas Karimun?
Pues exactamente eso hicimos. Con la mochila al hombro y, tras horas intentando encontrar horarios de trenes y barcos actualizados, nos subimos el 23 por la tarde al Argomuria en Gambir, la estación central de trenes de Jakarta. Era mi primer viaje en tren desde que llegué a Indonesia, y tengo que decir que los trenes de este país no tienen, en general, nada que envidiar a los españoles. Por supuesto, no puedes evitar pequeños inconvenientes, que sí son propios de este país, como que el vagón en el que viajamos tuviera problemas durante la primera mitad del viaje, y al final, nos desalojaran del tren en una estación cualquiera para cambiarlo por otro con el termostato del A/C estropeado. Así que seis horas (más otras cuatro gracias a la avería) llegamos, en estado de semi-congelación, a la ciudad costera de Semarang, en el norte de Java.

Antes de la salida de tren, estación de Gambir (Jakarta)
Con el objetivo en mente de llegar a las islas Karimun, a tres horas en barco rápido desde el puerto de Semarang, pusimos rumbo al día siguiente a la oficina de turismo de la ciudad. Nota personal: en Indonesia no existe el concepto europeo de Oficina de Información y Turismo. Se trata de un punto de promoción de algunos operadores locales, con precios hinchados para turistas y poco información práctica. Bueno, de hecho la oficina, como era Navidad estaba cerrada (!!!!!), lo cual es de lógica indonesia aplastante porque como no es temporada alta ni nada... En fin, que no conseguimos información actualizada sobre los botes y nos fuimos a recorrer la ciudad. Una ciudad, por otro lado, que como turista tienes que esforzarte para sacarle algo de partido. La población de origen chino es numerosa, entonces hay algunos templos chinos que visitar. Lo hicimos. Al igual que un enorme mercado chino. Lo visitamos. Fuimos a ver la decadente ciudad antigua holandesa que, sinceramente, fue lo que encontré más interesante: iglesia protestante, edificios estatales y canales (la Loli tiene la desfachatez de llamarlo la Amsterdam indonesia... a ver si dejan de fumar cuando visitan Holanda, por diossss).
Gedung Batu (Semarang)
Ciudad Antigua de Semarang
Todo esto y ni siquiera era la hora de la comida. Y así, guía en mano, nos fuimos hacia el puerto señalado como uno de los puntos de interés por lo llamativo de las embarcaciones locales. No tengo palabras para describir lo que encontramos al llegar. Una imagen vale más que mil palabras. Que juzgue cada uno...
La consecuencia más directa y negativa para nosotros, fue encontrarnos con serias dificultades para salir de ese agujero negro (sin vomitar por el horrible olor a pescado podrido) que llaman puerto local... Rodeados de miles de indonesios que nos miraban como se mira en Madrid a los osos panda (por un momento vi una rama de bambú agitándose ante mi), intentamos negociar el precio con varios bejaj  (carri-coche tirado por una bicicleta). Evidentemente, y dado lo apurado de la situación, nos pedían un disparate por llevarnos. Media hora después, seguíamos atentamente observados y sin medio de transporte. Hasta que uno se ofreció a llevarnos por un módico precio al darse cuenta de que empezábamos a andar hacia la salida. Esta vez no podrían aplicar el esquilme del turista... En la próxima entrada volveré sobre este concepto creado por mi madre después de visitar Bali. Pero ahora seguimos en Semarang, montados en el bejaj y saliendo del puerto por una autopista, y en sentido contrario!!!!!! Si alguna vez en mi vida he sentido que estoy en manos del destino con más fuerza, ha sido esta vez. Los camiones nos pasaban a centímetros, pitando y salpicándonos el agua sucia de los charcos formados tras la tormenta (es temporada de lluvias). El conductor, con su sonrisa indonesia impertérrita, estaba cada vez más cansado y parecía que no avanzábamos. No puedo valorar el tiempo que estuvimos en esa situación, pero pareció una eternidad... Finalmente, llegamos a la Marina (otro sitio sugerido por la Loli, atención a lo que llaman playa...), vimos un taxi a lo lejos y saltamos en él: "al hotel X, rápido!"
Fin de la cadena de despropósitos del día 1 (concepto acuñado por Pablo).
Gracias a un ángel llamado recepcionista del hotel, que tuvo la amabilidad de darnos toda la información que necesitábamos, averiguamos que llegar a Karimun era completamente imposible. Sólo hay dos barcos a la semana y nunca podríamos llegar a coger el tren de vuelta a Jakarta a tiempo. Por lo que decidimos pasar al plan B: explorar la zona del norte de Java en tranporte local y con nuestra odiada Loli de libro de cabecera... una odisea muy divertida!
Ruinas de templos hindúes en Bandungan, playa local de Jepara, zona de ocio a la indonesia en Semarang, comidas navideñas (pasadas por agua) disfrutando la rica gastronomía marinera local...

Publicidad local (Jepara)
Reina de Java!!!
De viaje local en medios de transporte locales
Puede que no consiguiéramos llegar a nuestro objetivo: las paradisíacas islas Karimun. Obviamente no fueron una navidades al uso, pero lo que está claro es que sí que han sido inolvidables.
Gracias Pablo por ser tan buen compañero de viaje.

martes, enero 19, 2010

That's me in the corner, that's me in the spotlight
Losing my religion
Trying to keep an eye on you
But I don't know if I could do it